El agua es algo fundamental para nosotros, algo esencial para nuestra vida cotidiana. Desafortunadamente, no todos gozamos de este maravilloso recurso. Mientras que en muchos lugares el agua limpia y fresca se da por hecho, en otros es un recurso escaso debido a la falta de agua o a la contaminación de sus fuentes. Aproximadamente 1.100 millones de personas, es decir, el 18 por ciento de la población mundial, no tienen acceso a fuentes seguras de agua potable, y más de 2.400 millones de personas carecen de saneamiento adecuado. En los países en desarrollo, más de 2.200 millones de personas, la mayoría de ellos niños, mueren cada año a causa de enfermedades asociadas con la falta de acceso al agua potable, saneamiento inadecuado e insalubridad.
La carencia de agua potable se debe tanto a la falta de inversiones en sistemas de agua como a su mantenimiento inadecuado. Cerca del 50 por ciento del agua en los sistemas de suministro de agua potable en los países en desarrollo se pierde por fugas, conexiones ilegales y vandalismo. Además, La mayor parte del agua dulce, aproximadamente el 70 por ciento del líquido disponible mundialmente se utiliza en la agricultura lo cual deja un bajo porcentaje para el consumo humano. Por tanto, el problema es más bien la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos.
Al ser el agua un bien tan necesario también pasa a ser objeto de conflictos políticos, ya que muchas autoridades en la mayoría de los países del mundo lo ven como un beneficioso negocio: represas, canales de irrigación, tecnologías de purificación y de desalinización, sistemas de alcantarillado y tratamientos de aguas residuales. Por tanto, su objetivo es conseguir la máxima cantidad posible de este recurso, sin pensar en la escasez del mismo, para poder de este modo beneficiarse económicamente.
En España, el problema del agua es un problema secular, como consecuencia de una distribución hídrica y un régimen de lluvias irregular que ha llevado a hablar de una España húmeda y otra seca. Esto da lugar a periodos de sequías en determinadas zonas durante el año, lo cual el temido cambio climático, con lluvias torrenciales pero muy espaciadas en el tiempo agrava aun más.
Como consecuencia, se producen una variedad de conflictos entre comunidades por la obtención de agua en periodos de escasez. Uno de los más destacados en la actualidad es la reclamación de agua por parte de la Comunidad Valenciana y Murcia del rio Ebro mediante el proyecto de un trasvase.
Por lo tanto, el auténtico problema del agua en España está en qué hay que hacer para buscar soluciones que, desde los intereses del conjunto de la nación, resuelva de forma solidaria las necesidades de agua, tanto para el consumo humano como para la creación de riqueza y empleo en todas las regiones y comunidades de España.
En conclusión, el agua es muy importante para nosotros, tanto que llega a ocasionar conflictos entre unos y otros. Para que esto no suceda es necesario realizar un uso sostenible y solidario de este recurso para que todos podamos disfrutar de el.
